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La Maga Cárdenas
El periodismo fue mi primera profesión y, desde antes de graduarme, sabía que no quería ser portadora de las malas noticias sobre Venezuela (lugar donde nací) ni en el resto del mundo.
Muchos años antes, cuando me correspondía tomar la decisión de qué elegir para mis estudios de pregrado, mi corazón se dividía entre la salud, las comunicaciones y las relaciones sociales. No fue sino hasta hace pocos años que comprendí que siempre regresamos a los deseos más profundos de nuestro corazón, por caminos que no siempre son tan claros.
Cuando terminé mi carrera de periodismo con especialización en producción, fundé una pequeña empresa de producción de eventos locales que estaba relacionada con mi trabajo en Unión Radio. Esta empresa se dedicaba a producir conferencias, conciertos y ofrecer servicios de tour manager en el oriente del país, principalmente en el ámbito del arte y la música, que son algunas de mis otras pasiones.
El año 2017 fue un año de muchos cambios y transformación en todos los niveles. Digamos que, por un lado, afuera había mucho caos mientras que en mi interior algo mayor se estaba ordenando.
Entre todos los eventos ocurridos en ese momento, me diagnosticaron un carcinoma en el útero. Mi estado emocional ya necesitaba asistencia, apoyo y contención desde hacía tiempo. Decidí buscar no solo las causas físicas de los síntomas en mi cuerpo, sino también, conocer la raíz de esa manifestación.
A partir de ahí, retomé la búsqueda de las constelaciones familiares a las que ya había asistido previamente, así como también la sanación con el péndulo. Durante todos esos encuentros, mis terapeutas y facilitadores me invitaban a estudiar muchas de estas herramientas, ya que mi sed de conocimiento siempre fue más grande que la atención centrada en mi propia historia, y eso fue lo que hice.
Gracias a esa experiencia, que comprometió mi salud afortunadamente por poco tiempo, y dada la situación caótica que atravesaba Lechería y todo el país, donde ni siquiera podía ejercer mi profesión, tomé la decisión junto con mi esposo de migrar a Estados Unidos con nuestras hijas para poder co-crear una mejor calidad de vida.
Antes de emprender este nuevo camino, decidimos empezar a formarnos en constelaciones familiares y luego, ya estando en Estados Unidos, obtener la certificación en coaching transpersonal y en reconstrucción, ambas metodologías experimentales de autoconocimiento.
En el año 2020, durante la pandemia, comencé a utilizar todas estas herramientas en sesiones individuales. Esta fue una época en la que muchas personas, obligadas por la pausa que implicaba mirar hacia adentro de manera casi obligatoria, necesitaban asistencia y apoyo en sus procesos internos. También, inicié un podcast llamado "La Maga Come Flor", que cuenta con más de 70 episodios, para ampliar las entrevistas relacionadas con todos estos temas y poder ejercer mi primera profesión, mostrando el lado luminoso de la investigación en el periodismo.
Luego, volvimos al ritmo regular y muchas personas, incluyéndome a mí, sentimos la necesidad de conectarnos también de manera presencial en la ciudad de Nashville, Tennessee.
Convencida, después de esa experiencia de aislamiento, de que era necesario hacer una pausa para la mente y movimiento para el cuerpo, en comunidad, creamos lo que hoy es Pachamama's Project. Un proyecto de bienestar integral que continúa ofreciendo acompañamiento en sesiones presenciales o en línea, combinadas con retiros de un día completo o encuentros de 4 horas donde compartimos diferentes herramientas como la meditación, yoga, canto, ecstatic dance, sound healing, círculo de tambores, entre otros.
El objetivo es que las personas puedan experimentar los beneficios en su cuerpo físico y luego integrarlo en su vida cotidiana para aportar bienestar diario y tener una vida más armoniosa y equilibrada.
Mi esposo Carlos y yo nos hemos propuesto de seguir formándonos para conectar más con las herramientas que aporten lo mejor de nosotros a nuestra comunidad. Siempre nos planteamos la posibilidad de asistir a retiros anualmente para absorber esa bella energía que, otras comunidades como la nuestra, tienen para aportarle al mundo.
Una de las primeras formaciones que nos llamaba era la de Sound Healing. Aunque sabemos que obtener los “títulos” es más para alimentar nuestras mentes, aprovechamos también la energía que estas personas otorgan en sus formaciones.
Este maravilloso retiro de Sound Healing duró una semana en Carolina del Norte.
Nos enseñaron todo lo que tenía que ver con los instrumentos de baños de sonido. Nos enseñaron cómo aportan al desbloqueo y a la apertura del cuerpo físico para equilibrar las energías, para abrir el corazón.
Nos enseñaron cómo esta bella herramienta facilita y vuelve más amigable el camino por el que estemos transitando, entendiendo así que esta herramienta era perfecta para nosotros mismos y para sumarle a nuestro hijo, Pachamama's Project.
Carlos Contreras
Terapeuta en péndulo con el método Cicotronix Universer
Terapeuta en Constelaciones Familiares
Terapeuta en Constelaciones Fluviales
Terapeuta en Terapias Reconstructivas
Sound Healer
Comencé mi camino espiritual muy joven, ya que desde mi más temprana edad estuve influenciado por los libros de gran conocimiento que rondaban por la biblioteca de la casa de mis padres, que hablaban sobre conocimiento oriental, el yogismo y el misticismo. He estado en ceremonias de plantas sagradas, formaciones de Theta healing, Tao, Meditación, Cristianismo, Yoga, Vipassana, Kriya Yoga, renacimiento y sound healing entre otros.
Sound Healing:
El sound healing me ha servido como un medio para expandir la creatividad y generar espacios de paz y tranquilidad mental. En este tipo de terapia, conectamos con la energía de los participantes y con el uso de instrumentos musicales creamos vibraciones los ayuda a entrar en un estado de relajación y entrar a niveles superiores de consciencia.
Ésta disciplina me ha dado muchas satisfacciones y grandes alegrías al poder ayudar a mis semejantes a encontrar algo de calma en este mundo tan acelerado y demandante de atención. El sound healing provoca un estado de respuesta de relajación donde el cuerpo se relaja, la presión arterial disminuye, la frecuencia cardíaca disminuye y el cuerpo básicamente entra en modo de curación.
Ada Almaral
Conocí el yoga a mis 29 años cuando estaba en estado de mi primer hijo. Para ese entonces, solo utilizaba esta práctica para mejorar mi condición física. Cuando realmente me enamoré y me apasioné por el yoga fue en el 2020 durante la pandemia. El yoga consiguió su camino de vuelta a mí y la práctica diaria fue lo que me ayudó a sobrellevar ese momento tan difícil de mi vida. Mi profesor, Charles, fue un gran guía y me enseñó mucho sobre Ashtanga Yoga, considerada una de las yogas más retadoras por la complejidad de sus asanas (posturas). Luego de 3 años de práctica virtual, decidí comenzar a participar en clases presenciales. Me uní a un estudio de Hot yoga donde combinan Hatha yoga y Ashtanga. La experiencia fue sanadora y, desde entonces, no he parado.
El Yoga Cambió Mi Vida
Realizar esta práctica me ha ayudado con el balance, flexibilidad, fuerza, salud mental, bienestar físico y paz mental, pero la más importante de todas es conocerme, conocer mi cuerpo y entenderlo para saber que no todos los días es igual, que guarda emociones y que siempre tiene un mensaje para darme. Encuentro mi balance, mi paz, la PRESENCIA. Soy una persona muy inquieta, muy mental, y el yoga me regresa a mi centro, me enseña que menos es más y que soy suficiente, que soy un ser único y maravilloso.
Mi Progreso Ha Sido Mágico
Pasar de hacer mi práctica de manera empírica y solo por ejercicio físico, a entender la manera correcta de ejecutar cada postura, la alineación, el poder de la respiración, los beneficios que trae cada asana y estar en el presente y no en la mente. Lo que me inspiró a certificarme como profesora fue el deseo inmenso de poder transmitir las enseñanzas y los beneficios del yoga a otros.
La experiencia como maestra ha sido un viaje increíblemente enriquecedor porque me reta a salir de mi zona de confort, mostrándome que ya no se trata de mí solamente si no, de transmitir esa conexión y ser la guía para otros. Cada práctica es diferente y mis alumnos me llenan con su feedback y eso me incentiva a querer seguir estudiando y aprendiendo para ser mejor para ellos y para mí.Cuando salgo de cada clase llena de esa energía que me eleva me siento muy bendecida, completa, en absoluta paz.
“Difundir esta medicina me llena el alma. No lo cambiaría por nada”.
Ada Almaral
